Te cuento en qué consiste esta ancestral forma de terapia traída desde Japón:
El baño de bosque, en su origen Shinrin Yoku, lleva desarrollándose en Japón aproximadamente 50 años, donde actualmente los médicos la prescriben para tratar multitud de dolencias aportando salud y binestar a quienes la reciben.
Consiste en sumergirse en un bosque maduro con todos nuestros sentidos disponibles. Una terapia forestal realmente revolucionaria ya que implica: parar, concentrarse en el momento presente, sin exigencias de ningún tipo, escuchando y siguiendo nuestro ritmo orgánico y en silencio.
«La mayor maravilla es que podemos ver estos árboles y no cavilar más» Ralph Waldo Emerson
Científicos de todo el mundo, han estudiado los beneficios psicológicos y fisiológicos de la naturaleza, y en particular de los bosques, para la salud y el bienestar humano. Encontrando los siguientes beneficios para las personas que lo practican:
– Activación del sistema nervioso parasimpático, lo que nos permite relajarnos, descansar y digerir nuestras vivencias.
– Se reduce la actividad del sistema nervioso simpático, por lo que se reduce la tensión arterial, con lo cual estamos ante una maravillosa medicina gratuita para prevenir enfermedades cardiovasculares. Después de un día de terapia forestal, el efecto permanece hasta 5 dóas después de la terapia.
– Reducción el cortisol (la hormona del estrés).
– Aumenta la serotonina: es decir, mejora el estado de ánimo y favorece la relajación. Adios prozac y amiguitos de las adicciones farmacológicas.
– Aumenta la producción de endorfinas: con lo cual te saca de la ansiedad y del bucle de pensamientos negativos.
– Al caminar por el bosque se produce una mayor oxigenación en el cuerpo, lo cual produce bienestar y regenera nuestra sangre.
– Recibes bioinspiración: te cambian los diálogos internos por la inspiración que a través de los sentidos captas de la naturaleza, además de mejorar tu capacidad de concentración.
– Te sientes aceptado: el bosque y sus seres están disponibles para ti, no te juzgan, acogen todo lo que traes, puedes ser tu mismo, libre y natural.
– Mejora de nuestro sistema inmunológico: El bosque activa nuestras células NK, aquellas que nos protegen de células cancerosas e infecciones.
Las fitoencidas unas sustancias volátiles antimicrobianas que expanden las plantas y que actuan sobre nuestro sistema inmunológico son las responsables de que esto suceda.
«La hoja de cada árbol es portadora de un mensaje del mundo invisible. Mira, cada hoja que cae es una bendición.» Rumi
Algo que me parece fascinante es que cuando vamos al bosque y `permanecemos un rato en él, nuestro organismo comienza a recibir las bondades que éste nos ofrece tan generosamente. Sin necesidad de hacer nada, sin necesidad de comprender cómo, nuestro organismo se alinea con el bosque, siendo uno. Estamos preparadas químicamente para ello, puesto que ser humano y naturaleza llevan siendo uno desde siempre. Es pura biofilia, instinto de conexión con la naturaleza.
Bibliografía y enlaces de interés:
Selhub, E. M. y Logan, A. C. El poder curativo de la naturaleza, RBA, 2013
Miyazaki, Y. Shinrin-Yoku. Baños curativos de bosque, Blume, 2018
https://www.miteco.gob.es/es/ceneam/recursos/pag-web/banos-de-bosque.html
https://www.samuraispain.org/forest-news/fitoncidas.html
«Sin conocer el nombre del árbol, me bañé en el torrente de su dulce aroma»
Matsuo Basho.