Invierno
«El dulce territorio del silencio»
Cualidades:
Oscuridad | Quietud | Esperanza
Temas:
Descansar | Sabiduría |Alma
Hay algo mágico que se sucede durante el tiempo del invierno, podemos observar que una especie de silencio habita los lugares, como si la muerte hubiera expandido su manto por todas partes. Y al mismo tiempo la vida está latente en todas partes, adentro de la Tierra podemos encontrar calor donde reposa todo lo demás. En nuestro interior también encontramos esa oscuridad, que está acompañada de emociones desagradables, tales como la soledad, la tristeza, la desesperanza… Y de la misma forma a lo que sucede en la naturaleza, en nuestro interior también habita la chispa de VIDA que sigue permitiéndonos estar aquí y ahora, en esta oportunidad.
A la luz del sol de invierno he pasado los mejores momentos conmigo misma. Al calor de las noches de invierno, ante el fuego de nuestra estufa hemos disfrutado de las mejores manualidades en familia.
La sensación de que todo está bien en esa quietud, esa sencillez y la clara esperanza de que todo renace tras esa pausa me sientan fenomenal. Sin esos momentos de respiro, mi cuerpo estaría exhausto tras los agitados meses de verano en nuestra Finca.
El Solsticio es la evidencia de que la vida en la Tierra volverá a emerger y volveremos a refrescarnos en el río cuando el Sol hostigue nuestro territorio.
El Solsticio es la evidencia de que la vida en la Tierra volverá a emerger y volveremos a refrescarnos en el río cuando el Sol hostigue nuestro territorio.
El invierno es por naturaleza un mes de recogimiento, de descanso, todos los animales y plantas lo hacen.
Si no has parado todavía, el invierno al menos, bajará tu ritmo. Ojo, si te empeñas en no bajar el ritmo puede que tu organismo se resienta. Parar en algún momento del año es lo natural, sin embargo el sistema imperante en el que estamos inmersas todas las personas, si te descuidas, te engulle con su movimiento frenético.
El 21 de Diciembre, celebramos el Solsticio de Invierno, Yule como le llamaban antes del cristianismo. El invierno, las Navidades, el comienzo del Nuevo Año, tiempo de escasez de luz y calor…
Entramos en un tiempo ideal para que afloren sentimientos de soledad, tristeza y desesperanza, quizás porque extrañamos a alguien que ya no está, quizás no se han cumplido tus expectativas, tal vez te has alejado de personas que son importantes para tí, o quizás el cuerpo te pide un descanso y no sabes cómo dártelo, tal vez porque no te sientes con energía como para afrontar los retos de este 2024, tal vez porque no sabes qué te ilusiona. Es tiempo de estar contigo, es tiempo de volver a ti.
Entrar en la quietud del invierno, nos lleva al silencio, a la quietud, y ahí encuentras tu esencia, esa que está siempre, disponible para ti, más allá del tiempo y del espacio. Hay una sabiduría interna dentro de tí que sabe lo que te conviene, lo que te hace bien, es tiempo de escuchar esa voz. Merece la pena que estés ahí para ti, dedicándote un espacio de silencio, de relax, de contemplación.
No es de extrañar que esta época traiga emociones intensas, nuestro ser necesita de ese vaciarse, y puede que en ese proceso de darte cuenta encuentres cosas que no te agraden, y que necesites de un acompañamiento terapéutico que te recoja y te brinde perspectiva, estrategias para armonizarte con tu naturaleza interna y con el sentido de tu vida. ¿Quieres iniciar ese viaje conmigo? Te acompaño
La soledad puede ser muy agradable si te das cuenta de que estás contigo, si dejas de esperar que los demás te traigan un bienestar de afuera que te aferra a la necesidad de estar con “un otro” para ser feliz. La soledad se convierte entonces en una pesada losa helada. Cuando puedes estar contigo a gusto, en paz, entonces el contacto con “el otro” es un placer extra de la vida, no una necesidad.